La Cámara Comercial ha rechazado la demanda interpuesta por José Garibaldi contra el Club Atlético River Plate, en la que reclamaba el pago de una comisión por su supuesta intermediación en contratos deportivos firmados en 2010 con los jugadores Rogelio Funes Mori, Roberto Pereyra y Daniel Villalba, según información adelantada por elDial.
Garibaldi, quien afirmó ser agente con licencia FIFA, sostuvo que el entonces presidente del club, Daniel Passarella, había reconocido la deuda.
No obstante, la Cámara determinó que el demandante no acreditó su habilitación como agente de jugadores, no cumplió con los requisitos formales exigidos por los estatutos del club e incurrió en un conflicto de intereses al representar tanto a los jugadores como a la institución en la misma negociación.
Falta de licencia y conflicto de intereses
El fallo destacó que Garibaldi no pudo demostrar que contaba con una licencia habilitante expedida por la FIFA y la AFA. En este sentido, se recordó que la actividad de agente de jugadores solo puede ser ejercida por personas físicas debidamente licenciadas por la asociación correspondiente.
Asimismo, la normativa vigente prohíbe a los jugadores y clubes contratar los servicios de agentes no registrados. Ante la falta de acreditación de su licencia, la Cámara concluyó que Garibaldi carecía de derecho a exigir el pago de una comisión por su supuesta intermediación.
Otro de los factores determinantes en la decisión judicial fue el conflicto de intereses en el que incurrió el demandante. En este sentido, «los agentes solo pueden representar a una de las partes en la negociación».
En este caso, se verificó que Garibaldi actuó en beneficio tanto de los jugadores como del club, lo que invalidaba cualquier reclamo de retribución por parte de River Plate.
Falta de aprobación del documento por la Comisión Directiva del club
Además de la falta de licencia y la incompatibilidad de intereses, la Cámara Comercial también consideró que el documento presentado por Garibaldi carecía de validez. Según los estatutos del club, cualquier compromiso financiero debía contar con la aprobación de la Comisión Directiva y la firma del secretario y/o tesorero del club.
El documento presentado por el actor incluía una cláusula en la que se especificaba que la obligación de pago quedaba «ad referendum» de la aprobación de la Comisión Directiva, requisito que nunca se cumplió, según elDial.
En consecuencia, la Cámara ha concluido que dicho documento no generaba una obligación de pago exigible, al establecer la normativa de la AFA que «toda documentación que se registra en el ámbito de la Asociación del Fútbol Argentino deberá contar además de la firma del Agente autorizado para tal negociación; con las firmas de los directivos habilitados de los clubes».
La responsabilidad del demandante acorde con su profesión
La decisión se ha apoyado igualmente en los artículos 902 y 909 del Código Civil que establecen que, en el ejercicio de una profesión, la conducta debe ser evaluada con un estándar de profesionalidad.
En este sentido, el tribunal enfatizó que Garibaldi no podía alegar desconocimiento de las normativas que regulan su actividad y que su conducta debía ser valorada con criterios más rigurosos que los aplicables a una persona sin experiencia en el ámbito deportivo.
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