
El 12 de agosto de 2023 se oficializó el traspaso de Ousmane Dembélé al Paris Saint Germain, tras el pago de la cláusula del jugador por parte del conjunto parisino.
Cincuenta millones de euros bastaron para que el PSG se hiciese con los servicios de una de las estrellas del conjunto blaugrana, poniendo fin a una etapa con más sombras que luces, marcada por las lesiones del jugador y sus episodios de indisciplina.
Para sorpresa del club, el 18 de junio de 2024 les fue notificada la interposición de una demanda formulada por Scores Sports Management, reclamando el pago de 10 millones de euros en concepto de honorarios por los servicios de intermediación prestados en el traspaso del jugador.
La polémica en torno a la cláusula
La cláusula del jugador francés se cifró en la cantidad de 50 millones de euros. Sin embargo, esta cantidad no iría a parar íntegramente a las arcas del conjunto blaugrana, sino que, según la tesis sostenida por el agente del jugador, debía repartirse al 50%.
En dicha cláusula se acordó que si el extremo francés presentaba una oferta formal de traspaso de como mínimo 50 millones de euros antes del 31 de julio, el Barça no solo tenía la obligación de venderle, sino también de ingresarle la mitad del dinero que el club comprador pagara por su traspaso.
Una vez abonada la cláusula por el equipo parisino, el Barcelona se quedó con 35 millones de euros, ingresando únicamente 15 millones en la sociedad Scores Sports Management, quien ahora reclama el pago de los 10 millones restantes.
Este nuevo frente judicial se suma a la reciente reclamación del Kun Agüero por importe de 3 millones de euros tras la resolución anticipada de la relación laboral existente entre ambos como consecuencia de los problemas cardíacos que forzaron la retirada prematura del astro argentino.
La posición adoptada por el FC Barcelona
Tras el fichaje del jugador francés por el PSG, el FC Barcelona sostuvo que los 50 millones abonados por el conjunto parisino no se correspondían al pago de la cláusula de rescisión, sino a una «cláusula de transferencia obligatoria».
Dicha cláusula se incluyó en el contrato de renovación de Dembélé, que finaliza el 30 de junio de 2024, a cambio de renunciar a parte del salario al que aspiraba durante la negociación.
Atendiendo a la interpretación realizada por el FC Barcelona no deberían abonarse los 25 millones al jugador y a sus representantes al «no haberse cumplido todos los objetivos negociadores establecidos por el contrato».
Ahora, será el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Barcelona el que deberá pronunciarse sobre la controversia existente.





















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